La educación ‘perfecta’ según Marzà

Cuando el conseller de Educación, Vicent Marzà, era aún maestro, en su blog dejó escrito: «El modelo educativo marca el modelo de la sociedad más allá de los aprendizajes directos que genera». Construir escuela es construir sociedad. Y mucho de esta filosofía hay en el argumentario de su departamento para defender el nuevo modelo educativo que comenzará sobre todo a vislumbrarse a partir del próximo curso. Un cambio total de paradigma que se resume a continuación. La educación perfecta según Marzà.

Barrios

. «Dar vitalidad a nuestros barrios» es uno de los lemas de la Conselleria para justificar el nuevo decreto de admisión escolar que acaba con el distrito único, una norma que ayer pasó por las mesas de negociación con los sindicatos, asociaciones de padres y titulares de centros. «Propiciar que las familias obtengan plaza en centros próximos a su domicilio abre posibilidades de vertebración social en los barrios y mejora las condiciones de vida de las personas».

Planificación

Según la Conselleria, «las familias no tendrán que cambiar de centro porque no haya plazas suficientes». Estas se ubicarán «en lugares adecuados» y «con un número suficiente para atender la demanda». La demanda social es precisamente la tesis de la que se valen las patronales de la concertada para censurar el arreglo escolar conjunto con la red pública, y que por primera vez fija que el recorte de unidades lo sufrirá la concertada si hay vacantes en la pública. Es decir, las patronales reclaman conciertos en función de la demanda (la Lomce lo recoge así), mientras que la Conselleria entiende que deben producirse en función de las necesidades de escolarización que no cubre la pública.

Sostenibilidad

La defensa de la elección de un colegio en el barrio se argumenta también en términos de sostenibilidad. Evitar desplazamientos «nos ahorra problemas ecológicos», insistieron desde Educación. Y, además, de confiar en una mayor conciliación para las familias, se piensa que reduciendo el transporte se minimizan también las «desigualdades sociales», en la medida en que no todos los padres pueden asumir los costes del autobús y el comedor.

Participación

«Escolarizar al alumnado en su barrio supone asegurarle una mayor integración en su entorno cívico y social y una mayor participación de las familias en los centros», según Educación, que agrega:«La libertad de las familias va más allá de escoger un centro educativo como si fuera un producto [en referencia a la libertad de elección de centro que enarbolan los colegios y familias de la concertada];la libertad es también que sus hijos e hijas puedan formarse como ciudadanos en centros del barrio y construir colectivamente el diseño y el proyecto educativo que deseen».

Sin embargo, el paso de los borradores del arreglo escolar y de la admisión por las mesas de negociación no estuvo exento de críticas. Los sindicatos lamentaron que «las ratios y las plantillas siguen siendo las de la crisis», en palabras de CCOO. De hecho, la reducción del número de alumnos por clase sólo se podrá hacer en los primeros cursos de cada etapa y no de manera generalizada. El STEPV recordó que este fue uno de los temas que centró las pasadas movilizaciones educativas, mientras que UGT reclamó volver a los números previos a 2012, año en que se aplicaron los recortes.