Miles de personas defienden la enseñanza concertada y «la libertad de elección»
Miles de personas han recorrido este martes por la tarde las calles de Zaragoza para defender la enseñanza concertada. Un modelo que aseguran no está en contra de la igualdad, y que de cerrarse aulas «supondría un ataque a la libertad de elección de las familias». La marcha ha concluido frente al Pignatelli donde se ha leído un manifiesto.
Zaragoza.- La enseñanza concertada ha salido a la calle. Miles de personas, docentes, familias, y alumnos incluidos, han formado parte de una multitudinaria marcha que ha teñido de blanco las principales calles de Zaragoza en la tarde de este martes. Bajo el grito de «libertad» todos ellos le han reclamado a la DGA que no cierre ninguna vía concertada hasta que no se conozca la demanda real que tienen.
La marcha ha estado dividida por tres pancartas con mensajes distintos, tras las que se han agrupado el personal y las familias de las diferentes zonas escolares de Aragón. En total, han llegado hasta Zaragoza 21 autobuses procedentes de toda la Comunidad, y la organización ha estimado que son 20.000 las personas que han participado en el evento.
Patronal, trabajadores y familias, unidos
La pancarta inicial «Por la libertad de la Enseñanza» ha sido sujetada por representantes de todas las entidades que la han organizado, «y que por primera vez incluye a patronal, trabajadores y familias», ha celebrado el presidente de FSIE, Miguel Malla. «Queremos que la planificación no se rija por dictados políticos sino por la demanda social», ha añadido Malla. Una idea con la que ha coincidido plenamente Miguel Ángel García, presidente de Fecaparagón. Como representante de las familias de la enseñanza concertada ha recordado que el sistema educativo está sustentado por dos pilares, la enseñanza pública y la privada, «que tienen que complementarse y no trabajar por separado». Ambos han recordado que el año pasado se cerraron seis aulas en Zaragoza «y no pasó nada». «Entendimos que no había demanda, si no hay niños es lógico que se cierren, pero hay que escuchar a los padres», han insistido.
El secretario autonómico de Escuelas Católicas de Aragón, José Luis Sampériz, ha dicho, sin embargo, que no existen motivos para disminuir unidades y ha reclamado «que las solicitudes marquen el devenir de las unidades». Además, no ha querido aventurarse en apuntar cuántas aulas y de qué colegios es posible que se cierren. «Comenzamos con 48, luego 28, 9, 12…no sabemos nada», ha lamentado.
Camuflados entre la multitud estaban algunos representates de la clase política aragonesa como María José Ferrando o Jorge Azcón del PP, o María Herrero y Arturo Aliaga del PAR. Todos ellos en calidad de ciudadanos, ya que desde la organización se había pedido que no se mostrasen en la marcha símbolos de ningún tipo.
Por su parte familias y docentes han expresado su preocupación ante los posibles cambios que el acuerdo entre PSOE y Podemos puede conllevar. Es el caso de Verónica Montañes, profesora de 25 años en el colegio Pilar Maristas, que ha temido que la situación crezca y se ha mostrado poco optimista con su futuro. «No sabemos donde puede llegar todo esto», ha añadido.
Por su parte, Miguel Romero, padre de tres hijos, dos de ellos estudiantes en un colegio concertado, ha defendido su derecho a escoger los valores que quiere inculcarle a sus hijos. «Aquí habrá muchas familias religiosas que envían a sus hijos a concertados por la educación que transmiten, otros lo harán por proximidad, otras por calidad, pero, al fin y al cabo, con libertad», ha sentenciado.
Mañana se reúne la Comisión de Conciertos. Una cita que quizás logre despejar las dudas de una parte de la comunidad educativa que hoy le ha mostrado su descontento al Departamento de Educación.