Vicente Morro: «Existe el temor de que se quiera asfixiar a los colegios concertados»
Vicente Morro es, desde octubre, presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia (Fcapa), y desde esta semana, portavoz de la nueva Mesa por la Educación en Libertad, que engloba a la mayoría de centros concertados y escuelas infantiles privadas de la Comunitat, incluyendo tanto a las familias como a los titulares, sin olvidar a sus trabajadores. La iniciativa nace a modo de respuesta ante las políticas educativas del Consell y el temor de que se quiera laminar una opción educativa con mucho peso entre la sociedad valenciana.
-¿Por qué se necesita una Mesa por la Educación en Libertad?
-Por el momento. Aparte del trabajo independiente de cada organización, necesitamos más fuerza y presencia pública. Y sólo se puede conseguir con unidad entre los distintos ámbitos de la comunidad educativa. Y también porque frente a los proyectos de la administración la respuesta unitaria es más seria y contundente. Igual que la administración suma una serie de apoyos de federaciones de padres y sindicatos, que incluso les marcan las medidas, nosotros tenemos que fomentar la unidad para tener más fuerza.
-En la presentación de la plataforma se habló de incertidumbres, amenazas e incluso de ataques. ¿Cuál es el más acuciante?
-Todo se deriva de las medidas anunciadas y de las propias declaraciones que han hecho representantes de la administración o desde sectores de la comunidad educativa. Llevan tiempo diciendo que hay que ir a una escuela única, laica y en valenciano. No hay incertidumbres, hay un programa pactado. Que si ni un duro para la concertada, que no debe ser subvencionada con los impuestos de todos… y eso que la pública sí se sostiene con el esfuerzo de todos, elijan concertada o privada. La educación concertada está recogida en las leyes, no es un invento. Tiene la misma validez, legalidad y legitimidad que la escuela pública. Existe el temor, incluso la amenaza en mi opinión, de que se quiera asfixiar a los concertados. No los pueden eliminar de golpe, pero sí intentar asfixiarlos, reducir su alumnado en favor de la pública.
-A día de hoy, en realidad, se mantienen las aulas que dejó previstas el PP, e incluso la misma financiación en los conciertos…
-No podría ser de otra forma. No pueden cambiarlo en poco tiempo. Con ese mismo argumento, tanto que se ha hablado contra los barracones, se tendría que haber actuado. Hay unos plazos. Y la realidad se impone a la ideología. Pueden tener ganas de asfixiar los conciertos, pero no pueden hacerlo de un día para otro. Pero se pueden dar pasos, como por ejemplo el decreto de admisión.
-¿Por qué consideran importante mantener el distrito único?
-Porque implica respetar la libertad de elección de cualquier centro. Es curioso. Al final la mayoría de las familias siguen pidiendo un colegio de su distrito, familiar o laboral, porque está cerca, porque te permite conciliar. El problema no es por qué eliges, sino si tienes o no derecho a elegir. Respetar esta idea me parece fundamental. Hay que elegir en uso de nuestra libertad, no porque lo imponga la administración.
-En la presentación de la mesa se insistió mucho en defender la labor social de los concertados.
-Es que hay mucho alumnado de familias con dificultades. Y en estos colegios es la entidad titular la que subvenciona esas cantidades que las familias no pueden aportar. O los servicios. Eso es función social. Hay mucha distorsión sobre lo que es realmente un colegio concertado. Llevo más de 20 años en uno y sé la labor que la entidad titular hace. Y en el resto igual.
-¿Ve la religión fuera de las aulas en el futuro? La defensa de la materia es otro principio de la mesa.
-No. Si más del 60% del alumnado, con todos los ataques que hay, elige la asignatura quiere decir que la realidad se va a imponer. Además, el partido socialista -que lleva la idea en su programa- ha tenido años de política claramente laicista con Zapatero y no la tocaron. Es un tema que sale de cara a elecciones. En fin. Ideología. Y no pueden saltarse unos acuerdos internacionales válidamente firmados. Si quieren que cambien la ley. Igual se encuentran con que la sociedad no les sigue.
-¿Dónde está el ataque a la libertad de elección en cuanto a las escuelas infantiles?
-Cuando adelantas la educación a los dos años, estás fidelizando al alumnado en un centro. Si es un programa experimental, ¿no sería mejor que lo hicieran en centros públicos y también en concertados? Y también está la cuestión económica. Unas costarán dinero y otras no, y eso también influye en la elección. Si se avanzara en la gratuidad en la red privada habría más margen.
-¿Abordará la mesa el modelo lingüístico en las aulas?
-Sí. Cualquier cuestión que afecte a la libertad de elección de las familias la analizaremos y valoraremos.
-Desde Fcapa han denunciado la politización de la educación. ¿Cree que hay carga ideológica?
-Absolutamente. Pero cuando te enfrentas a la realidad, si pretendes imponer tu ideología, generas más problemas que soluciones, y más en el campo de la educación. Y tanto que se habla de diálogo, al final no se practica, es un diálogo de sordos.